Todos tenemos un estilo, aunque algunos saben que les gusta con exactitud a otros nos cuesta trabajo definirlo, sin embargo esto no debe ser un impedimento a la hora de renovar tus espacios, pues con los consejos e ideas que te iré dando sabrás exactamente con cuáles te identificas más.
Seguramente ya estás pensando en los estilos que conoces, como el minimalismo, muy empleado actualmente en el interiorismo, o el clásico que casi todos reconocemos, pero ¿has escuchado hablar del provenzal o del biedermeier? Tal vez si, aunque estos son solo algunos de los muchos estilos decorativos existentes, los que generalmente se agrupan en seis corrientes: de época; clásico o tradicional; contemporáneo; rústico; de vanguardia; y ecléctico.
Por cuestiones de espacio y para no aburrirte no hablaré de todos en este post, ya habrá tiempo para contarte sobre cada uno; hoy me enfocaré en mi estilo personal ecléctico. Antes de continuar debo aclarar que si bien tengo un estilo definido, esto no significa que todos mis diseños sean reflejo de mis gustos, pues ante todo sé que un buen diseñador de interiores atiende las necesidades e interpreta la voluntad estética de sus clientes.
Regresemos al tema, es ecléctico porque combina dos estilos de diferentes épocas; por una parte me fascina lo contemporáneo, pero a la vez me siento atraída por el rústico inglés, ya sabes como el de las campiñas con muebles desgastados y reusados donde predominan los colores verde menta, amarillo pálido y gris; otra característica de este tipo es el constante uso de estampados florales, lo que le da un toque romántico, a este estilo se le conoce también como shabby chic.
Ahora te platicaré de mi afición por lo contemporáneo, particularmente me agrada demasiado éste porque es atemporal y oscila entre lo clásico y lo vanguardista, aquí rige el blanco así como el negro, aunque a menudo la paleta es acentuada con colores audaces. El mobiliario es simple, por lo general no tiene tanta ornamentación y cuando existe se recurre a la geometría ya sea en textiles o texturas.
La clave al mezclar estilos es usar las proporciones correctas, que en mi caso es ochenta por ciento contemporáneo y veinte por ciento rústico inglés, es decir, combino lo nuevo con lo antiguo, agregando únicamente toques shabby con portaretratos, cuadros, floreros o lámparas, en tanto uso muebles contemporáneos que por sus formas parecen nunca pasar de moda. Para mí funciona muy bien mi fusión de estilos, pues lo mejor es que cada ambiente me representa y me da la sensación de estar en una atmósfera única.
En esta cocina podemos apreciar lo contemporáneo en las repisas y mesadas, en tanto lo rústico se encuentra en la mesa café de la derecha y en la de fondo/Imagen de shabbychic.com |
Aquí vemos una cabecera contemporánea, sobresale la mesa restaurada color oro/Imagen de shabbychic.com |
Esta sala tiene elementos rústicos como los cuadros y la charola/Imagen decoesfera.com |
La cocina de este loft posee toques industriales mezclados con lo rústico de la mesa/Imagen de shabbychic.com |
Esta habitación muestra la combinación perfecta entre lo contemporáneo y lo shabby, al utilizar en su mayoría mobiliario moderno; sólo la cómoda y portaretrato son rústicos/Imagen de shabbychic.com |
No hay comentarios:
Publicar un comentario